Spoiler: el camión no es terapia, es prueba de resistencia.
El transporte público es ese gimnasio emocional al que nadie quiere ir pero todos necesitamos. Entre empujones, olores misteriosos y pláticas a todo volumen, la meta no es llegar cómodo: es llegar vivo. Este manual te enseña a sobrevivir con dignidad limitada.
Ruta del adulto funcional
Disclaimer obligatorio
Si no sigues estas reglas, puedes acabar oliendo a garnacha, escuchando reguetón no autorizado o siendo meme en TikTok. La terapia después corre por tu cuenta.
Lo que necesitas
- Audífonos: tu escudo contra conversaciones ajenas.
- Dinero justo: porque el chofer siempre “no trae cambio”.
- Desodorante: tu contribución a la humanidad.
- Mochila cerrada: porque no quieres estrenar cartera nueva.
- Paciencia infinita: se agota más rápido que tu saldo.
Paso a paso numerado
- Elige bien tu asiento
Nunca junto al baño (si lo hay), tampoco al lado del que ya ronca a las 7 a. m. Mejor cerca de la ventana para fingir que tu vida es videoclip. - Protege tus pertenencias
Mochila al frente, celular guardado y cara de “no tengo nada de valor”. Aunque lleves solo galletas, finge que eres agente secreto. - Activa el modo invisible
Evita contacto visual prolongado. No quieres iniciar plática con el señor que opina de política a gritos. - Usa audífonos como defensa
No importa si no suena nada, ponlos. Funcionan como repelente de charlas incómodas. - Respira profundo
Entre empujones y frenazos, recuerda: la meta es sobrevivir, no demandar a la física. - Bájate con estrategia
Anuncia con tiempo el “bajan” o acabarás haciendo parkour entre pasajeros. - Agradece tu libertad
Al poner un pie fuera, siente la gloria de volver a tener espacio personal, aunque dure cinco minutos.
Tip Extra
Lleva siempre una bolsa extra. No es para el mandado: es tu plan B por si alguien decide marearse muy cerca de ti.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Es buena idea dormir en el transporte?
No, a menos que disfrutes despertar tres colonias después y sin mochila.
¿Cómo evito pláticas incómodas?
Audífonos. Aunque estén apagados. Es el “modo avión” de la vida real.
¿Sirve pelear por asiento?
No. Ganas enemigos, pierdes paz mental. Mejor desarrolla piernas de acero.
El veredicto
El transporte público no es cómodo, pero sí épico: sales con historias gratis cada día. Igual volverás a quejarte mañana, pero al menos ya sabes que tu misión es sobrevivir, no disfrutar.
Constancia de Inutilidad Funcional
Se certifica que el lector sabe cómo abordar transporte público como adulto funcional en entrenamiento, aunque seguirá maldiciendo cada empujón.