Hay pocas experiencias tan universales como una junta inútil. Esa reunión que pudo resolverse con dos líneas de correo, pero que alguien decidió alargar por una hora (o dos) para sentir que trabaja. No podemos eliminar esas juntas, pero sí podemos darte un manual de supervivencia para salir vivo, cuerdo y con la mínima pérdida de tiempo productivo.
La ruta del adulto funcional
Lo que necesitas llevar
- Libreta o cuaderno (aunque no escribas nada, te hará ver ocupado).
- Pluma o lápiz (para hacer garabatos profesionales).
- Tu celular (en modo “nota rápida”, no en TikTok).
- Una cara seria que diga “tomo esto muy en serio”.
Paso a paso
- Llega puntual (pero no demasiado).
Si llegas demasiado temprano, parecerás desesperado. Si llegas tarde, ya empiezas perdiendo. Diez minutos antes es suficiente para mostrar compromiso sin ser ansioso. - Identifica a los habladores.
Siempre hay uno: el que repite lo mismo con diferentes palabras. Conocerlos desde el inicio te ayuda a preparar tu filtro mental. - Toma notas mínimas.
No todo merece ser anotado, pero unas palabras clave bastan para demostrar que “estás al pendiente”. Incluso si dibujas un dragón, mientras haya tres bullets en tu libreta, parecerá productividad. - Participa estratégicamente.
No necesitas hablar todo el tiempo. Haz una intervención breve, preferentemente con la frase “quizá podemos resumirlo en…” y parecerás el héroe del día. - Usa el celular con disimulo.
Nada de reírte con memes. Pero tomar una foto a la pantalla o “revisar agenda” te hará ver proactivo. - Ten tu frase de escape.
Cuando la reunión se alarga sin fin, suelta un “¿y cuál sería el siguiente paso concreto?” Es como lanzar un salvavidas a toda la sala.

Consejos rápidos
- Nunca preguntes algo que alargue la reunión; es traición al resto de los sobrevivientes.
- Ten café a la mano: es el verdadero salvavidas de oficina.
- Si no entiendes nada, asiente lentamente; es la táctica milenaria de aparentar concentración.
Preguntas frecuentes
¿Y si me preguntan directo?
Respira, improvisa y di “eso lo puedo revisar y te confirmo por correo”. Nadie jamás se queja de un correo.
¿Qué pasa si me duermo?
Asiente con la cabeza como si aprobaras algo importante. Con suerte, nadie nota la diferencia.
¿Cómo puedo evitar juntas inútiles?
No puedes. Es como la lluvia: lo único que puedes hacer es llevar paraguas.
La dura verdad
Las juntas eternas no van a desaparecer, pero sí puedes aprender a surfearlas. Con un par de frases inteligentes, una libreta con garabatos y la actitud correcta, puedes salir con vida y dignidad. Y lo más importante: tendrás algo que realmente enviar por correo después.