Cómo mandar un PDF sin que pese más que tu autoestima

Tiempo de lectura: 3 minutos

Tu jefe pide un PDF y tú mandas un monstruo de 25 MB que tarda más en abrirse que tu laptop de 2010. Este manual te enseña cómo reducir peso sin perder dignidad digital, porque nadie disfruta un “archivo demasiado grande para enviar”.


Si no comprimes el PDF, corres el riesgo de saturar el correo de tu cliente y convertirte en leyenda urbana de la oficina. También existe la posibilidad de que te pidan “otro formato” y entres en un ciclo de sufrimiento eterno.

  • Un PDF gigante: tu error original.
  • WiFi estable: para no quedar en ridículo al adjuntar.
  • Un compresor online: sí, de esos que te salvan sin cobrar (todavía).
  • Sentido común: para no meter 200 fotos en alta resolución.
  • Café: porque nada funciona sin café.
  1. Revisa el tamaño
    Antes de mandar el archivo, mira cuántos MB pesa. Spoiler: si se mide en “GB”, no es un PDF, es un castigo.
  2. Usa un compresor online
    Busca “compress PDF” en Google. Hay miles. Elige uno que no parezca virus de los 2000 y súbelo.
  3. Exporta desde Word/PowerPoint
    Cuando guardes el archivo, usa la opción “Optimizar para tamaño mínimo”. Sí, existe y nunca la usamos.
  4. Quita lo innecesario
    El PDF no necesita 20 fotos de stock ni la firma escaneada en 4K. Menos es más, aunque no seas minimalista.
  5. Método express: Google Drive
    Si no hay forma, súbelo a Drive y manda el link. El clásico “ya lo subí a la nube” te salva de la quema.
  6. Verifica antes de enviar
    Abre el PDF final. Si sigue tardando más de un minuto en cargar, todavía pesa más que tu paciencia.
  7. Mándalo como adulto funcional
    Correo con asunto claro, archivo ligero y cero excusas. Milagro logrado.

Si tienes que mandar el mismo PDF a medio mundo, prepara una versión ligera desde el inicio. Ahorras tiempo, lágrimas y disculpas.

¿Cuál es el peso máximo recomendado para un PDF en correo?

Menos de 10 MB para que no se atasque. Ideal: 2–5 MB.

¿Los compresores online son seguros?

Depende. Para documentos sensibles mejor usa software instalado o Drive. Para tu CV, no pasa nada.

¿Qué pasa si mando un PDF gigante?

Tu correo puede rebotar, tu cliente puede enojarse y tú quedarás como amateur digital.

Mandar un PDF ligero es el nuevo superpoder de oficina. Ahora puedes presumir que tu archivo llega rápido y sin dramas. Claro, en algún momento volverás a adjuntar uno de 40 MB, pero al menos ya sabrás cómo evitar el apocalipsis.

Se certifica que el lector ya sabe mandar PDFs que no pesan como la culpa. Aunque seguirá preguntando “¿te llegó el archivo?” cada vez que lo mande.

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