Cómo sazonar comida sin acabar con hipertensión

Tiempo de lectura: 2 minutos

Sazonar parece fácil hasta que tu comida sabe a cartón o a bloque de sal. Aquí te enseño a encontrar el equilibrio entre “insípido” y “me muero de sed”, para que cocines sin convertirte en enemigo de los riñones.

Si lo haces mal, tu familia te acusará de intento de homicidio culinario: ya sea por salarlos como bacalao o por darles comida digna de hospital.

  • Sal y pimienta: el clásico dúo dinámico.
  • Especias básicas: orégano, comino, ajo en polvo, lo que no esté caducado.
  • Cucharita medidora: porque “al tanteo” suele ser receta de desastre.
  • Paladar de prueba: alguien dispuesto a sufrir tus errores.
  • Agua: para salvar recetas cuando te pases de creativo.
  1. Empieza con poco
    Echa una pizca de sal, no un puñado. Siempre puedes agregar, nunca quitar. Bueno, sí puedes llorar y disolver con agua, pero no es lo mismo.
  2. Prueba mientras cocinas
    No es MasterChef, pero sí debes probar tu sopa antes de servirla. Spoiler: nadie adivina el sazón de memoria.
  3. Usa pimienta con moderación
    Da sabor sin matar. Tu meta no es recrear gas lacrimógeno.
  4. Juega con especias
    Orégano para la pasta, comino para frijoles, ajo en polvo para todo. Eso sí, no combines como DJ descontrolado o sabrá a experimento de secundaria.
  5. Corrige con inteligencia
    Si te pasaste de sal: agrega papa cruda o más agua. Si quedó insípido: más especias. Si quedó incomible: pide pizza.
  6. No imites a tu tía
    Esa que cree que “si no pica, no sabe”. El chile no sustituye al sazón, solo al amor propio.
  7. Sirve con orgullo
    Aunque no quede perfecto, finge seguridad. El 50 % del sabor está en tu cara de “yo sí sé cocinar”.

Un chorrito de limón al final arregla el 80 % de las comidas mal sazonadas. El otro 20 % requiere terapia culinaria.

¿La sal marina es mejor que la de mesa?

Sabe igual. Lo que cambia es tu pose de foodie.

¿Qué pasa si me paso de especias?

Tu comida puede oler como bazar hippie. Usa menos, no quieres sahumerio en la sopa.

¿El sazón mejora con caldos en cubito?

Sí, pero contienen tanta sal que básicamente estás bebiendo océano. Úsalos con medida.

Ahora sabes sazonar sin arruinar la cena ni mandar a nadie al hospital. Claro, algún día volverás a pasarte de sal, pero al menos ya tienes un plan B (agua, papa o pedir pizza).

El lector queda certificado como cocinero funcional capaz de usar especias sin provocar hipertensión masiva. Aunque seguirá diciendo “solo un poquito más de sal” cada vez.

Subscribe
Notify of

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, por favor comenta.x
()
x