Cómo cocinar pasta que no se pegue

Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Tu pasta siempre termina como un bloque de cemento digno de construcción? Tranquilo, no eres el único. Cocinar pasta sin que se convierta en engrudo es un arte adulto básico. Aquí te damos los pasos simples para lograr fideos sueltos, comestibles y sin que parezcan plastilina remojada.


Este manual no garantiza que seas aceptado en MasterChef, solo que tu espagueti no servirá como material de papelería. Si decides “innovar” echándole catsup, ahí sí no tenemos responsabilidad moral.

  • Una olla decente (sí, la de 2 litros no aplica).
  • Agua (más de la que usas para el café instantáneo).
  • Sal (la suficiente, no una pizquita simbólica).
  • Pasta de tu preferencia (espagueti, fusilli, penne, lo que sea).
  • Colador (no vale usar la tapa de la olla con riesgo de quemarte).
  1. Llena la olla como si fueras rico en agua.
    Nada de medio litro. Al menos 1 litro por cada 100 g de pasta. Si no, tus fideos se pelean por espacio como metro en hora pico.
  2. Pon el agua a hervir como si tu vida dependiera de eso.
    Espera a que haga burbujas dignas de jacuzzi. Echar la pasta antes es como invitar a alguien a la fiesta sin música.
  3. Agrega sal, y no seas codo.
    Piensa en el mar, pero sin tiburones. La sal no solo da sabor: ayuda a que la pasta quede digna y no triste.
  4. Tira la pasta al agua hirviendo, sin miedo.
    Revuelve al inicio, o en cinco minutos tendrás una bola de masa pegada.
  5. No te vayas a ver TikTok.
    El tiempo de cocción es clave. Mira el paquete: si dice 9 minutos, pon un timer, no confíes en tu “instinto”.
  6. Prueba antes de colar.
    El “al dente” es real, no es invento de chefs mamadores. Si la pasta está suave pero firme, ya estuvo.
  7. Colar, sí. Enjuagar, no.
    Solo los que van a ensalada fría pueden enjuagar. Si no, matas el almidón que ayuda a que la salsa se pegue.

Si quieres que la salsa se adhiera mejor, guarda un poco del agua de cocción y mézclala con tu salsa. Es como el pegamento secreto del universo de la pasta.

¿Y si mi pasta se pegó igual?

Eso se llama castigo divino por no revolver al principio.

¿Le pongo aceite al agua?

No, eso es mito. El aceite se queda flotando como turista en alberca.

¿Qué hago si me paso de cocción?

Opción A: lo aceptas y le llamas “sopa de pasta”. Opción B: finges que era intencional.

Ahora ya puedes cocinar pasta sin que se convierta en engrudo. Felicidades: acabas de dar un paso más hacia la adultez funcional. Aunque, seamos honestos, igual terminarás comiéndola frente a Netflix.


El lector ha sido certificado en “Cocinar pasta sin que se pegue”.
(Aunque probablemente seguirá enjuagándola porque “así le enseñó su abuelita”).

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