Cómo limpiar el refrigerador sin descubrir civilizaciones perdidas

Tiempo de lectura: 3 minutos

El refri es un agujero negro donde las sobras mutan y los tuppers pierden su identidad. Limpiarlo parece misión arqueológica, pero en este manual te enseño cómo hacerlo sin que te coman bacterias prehistóricas. Spoiler: sí, vas a encontrar medio limón momificado.


Si lo haces mal, tu casa olerá a caldo de pescado con cloro. Y si no lo haces nunca, básicamente estás incubando tu propio Jurassic Park.

  • Guantes: para que no te manches de “eso” que ya no tiene nombre.
  • Trapos o servilletas: porque el refri llora cuando lo limpias.
  • Jabón o bicarbonato: la magia que finge que todo está limpio.
  • Bolsa de basura grande: para tirar la colección de yogures expirados en 2022.
  • Valentía: más que la que usas cuando tu jefe te llama “a su oficina”.
  1. Desconecta el monstruo
    Sí, el refri. Dale un respiro y evita electrocutarte con el charco de deshielo.
  2. Saqueo arqueológico
    Abre la puerta y prepárate: hay reliquias de fiestas pasadas y un tamal fosilizado. Tira sin mirar, tu salud mental lo agradecerá.
  3. Clasificación express
    Lo que huele mal: basura. Lo que parece experimento químico: basura. Lo que no recuerdas haber comprado: también basura.
  4. Desmonta las piezas
    Bandejas, cajones, y esa charola que parece taller mecánico. Lávalas como si fueran vajilla de lujo (aunque solo hayan cargado jitomates aplastados).
  5. Ataque al interior
    Trapo + bicarbonato. Frota como si tu vida dependiera de que ese olor desaparezca. Spoiler: sí depende.
  6. Seca y vuelve a montar
    Evita que todo quede más húmedo que tu café olvidado. Seca bien antes de volver a meter piezas y comida.
  7. Reorganiza como adulto funcional
    Los lácteos juntos, las frutas sin bolsa de súper, y los tuppers con tapa (sí, con tapa, sé valiente).

Pon un limón partido o un vasito con bicarbonato dentro del refri. Dicen que absorbe olores, aunque en realidad es placebo para sentirte Martha Stewart versión low cost.

¿Cada cuánto debo limpiar el refrigerador?

Idealmente cada mes. En la vida real, cuando ya no puedes abrirlo sin hacer muecas.

¿Qué hago si huele horrible aunque lo limpie?

Revisa la charolita de desagüe atrás. Ahí vive el verdadero mal olor, también conocido como “sopa de humedad del infierno”.

¿Sirve el vinagre para limpiar el refri?

Sí, pero luego huele como ensalada. Mejor bicarbonato o jabón.

Ahora tu refrigerador luce como comercial de marca de lácteos. Claro, solo durará dos semanas antes de que se convierta otra vez en el museo del horror. Pero al menos ya sabes que puedes sobrevivir al proceso y presumirlo en WhatsApp.

Se certifica que el lector ya sabe limpiar su refri como adulto funcional en entrenamiento. Aunque inevitablemente volverá a guardar medio taco pensando que “mañana me lo como”.

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