Cómo hacer un presupuesto que no te deprima

Tiempo de lectura: 2 minutos

La palabra “presupuesto” suele sonar como dieta financiera: restricciones, culpa y cero diversión. Pero en realidad, un presupuesto no es para amargarte, sino para que dejes de preguntarte en qué demonios se fue tu dinero. Este manual te enseña a organizar tus finanzas sin sentir que la vida adulta te roba las alegrías.


  • Papel y pluma (sí, a la antigua funciona).
  • O una hoja de Excel (si te sientes valiente).
  • Un mes de recibos, estados de cuenta o memoria fresca de gastos.
  • Honestidad brutal (porque nadie se gasta “solo 200 en café”).
  1. Suma tus ingresos.
    Lo que entra cada mes: salario, freelance, propinas, todo. No infles los números con lo que “seguro” vas a ganar.
  2. Anota tus gastos fijos.
    Renta, servicios, transporte, deudas. Eso que sí o sí pagas cada mes, aunque te hagas el loco.
  3. Calcula los gastos variables.
    Comida, café, antojos, apps de streaming que “ni ves”. Aquí está la fuga más grande, sé honesto.
  4. Asigna porcentajes básicos.
    Una fórmula fácil: 50% necesidades, 30% gustos, 20% ahorro/deuda. Ajusta según tu realidad, no según gurús millonarios de YouTube.
  5. Recorta lo absurdo.
    Si tienes tres apps para pedir comida, elimina dos. Si pagas un gimnasio que no pisas, cancélalo. Menos culpa, más claridad.
  6. Ponle nombre a tu ahorro.
    No digas “ahorro”, di “viaje a la playa” o “fondo para no llorar en Navidad”. Así no lo tocas tan fácil.
  • Revisa tu presupuesto cada mes: cambia como la vida, no es tatuaje.
  • Usa apps si quieres, pero la disciplina pesa más que la tecnología.
  • Premiarte también cuenta: un presupuesto sin diversión se rompe solo.

¿Necesito Excel para hacer un presupuesto?

No. Una libreta sirve. Excel solo ayuda si quieres gráficos que te regañen visualmente.

¿Y si gano muy poco?

Más razón para presupuestar. Aunque sea 100 pesos, saber a dónde van evita que desaparezcan mágicamente.

¿De verdad funciona?

Sí. Tal vez no te hagas rico, pero al menos dejarás de preguntarte por qué siempre llegas “a la quincena con 20 pesos”.


Un presupuesto no es tu enemigo, es tu brújula. Te dice a dónde va tu dinero y cómo evitar hundirte antes de fin de mes. No lo veas como castigo, sino como la manera más adulta de seguir comprando antojos… pero sin sentir culpa.

Subscribe
Notify of

0 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios
0
Me encantaría conocer tu opinión, por favor comenta.x
()
x