Las fugas de agua tienen un talento especial: aparecen en el peor momento, como si el universo conspirara contra ti. Justo cuando llega visita o cuando decides ahorrar agua, el lavabo comienza a gotear como tortura china. La buena noticia es que no necesitas llamar de inmediato a un plomero ni hipotecar tu tranquilidad. Con unas herramientas básicas y un poco de sentido común puedes arreglarlo tú mismo. No necesitas un título en ingeniería hidráulica, solo seguir este manual paso a paso.
La ruta del adulto funcional
Materiales necesarios
- Llave inglesa o pinza ajustable
- Cinta de teflón
- Trapo absorbente
- Cubeta
Paso a paso
- Cierra la llave de paso.
Sí, existe una y suele estar debajo del lavabo. Si no la encuentras, corta el agua general de la casa. Intentar aflojar tuercas con el agua corriendo es receta segura para un diluvio en tu baño. - Coloca la cubeta debajo.
Aunque cortes el agua, el lavabo siempre guarda un poco en el sifón. Evita un mini tsunami doméstico atrapando esa reserva inesperada. - Afloja la tuerca del sifón.
Usa la llave inglesa con firmeza. Si está muy apretada, un poco de fuerza extra servirá, pero no conviertas la maniobra en pelea libre con las tuberías. - Aplica cinta de teflón.
Envuelve la rosca entre cuatro y cinco veces. El teflón es el héroe anónimo de la plomería casera: sella y evita que el agua se escape. No seas mezquino, pero tampoco hagas una momia egipcia de la rosca. - Ajusta la tuerca de nuevo.
Aprieta con decisión, lo suficiente para que quede firme. La fuerza bruta no convierte a nadie en plomero, solo en destructor de muebles. - Abre el agua y prueba.
Si ya no gotea, felicidades: ascendiste un nivel en tu carrera de adulto funcional. Si el goteo persiste, revisa el teflón o asume que, en esta ocasión, el plomero tiene la última palabra.

Consejos extra
- No improvises con cinta canela o masking tape: solo ganarás tiempo y un problema mayor.
- Guarda siempre un poco de teflón en casa, las fugas aparecen cuando menos las esperas.
- Si la tubería está corroída o rota, ningún manual casero salvará la situación: toca llamar a un profesional.
Preguntas frecuentes
¿Puedo hacerlo sin herramientas?
Con suerte y fuerza bruta, sí. Pero la llave inglesa te ahorrará insultos innecesarios.
¿La fuga puede regresar?
Sí, si la cinta se desgasta o la rosca está dañada. A veces el mantenimiento es inevitable.
¿Cuánto cobra un plomero por esto?
Lo suficiente como para que prefieras intentarlo primero. Piensa en lo que cuesta tres meses de Netflix y tendrás una idea.
La dura verdad
Arreglar una fuga pequeña en el lavabo no es ciencia nuclear. Es cuestión de paciencia, atención y herramientas básicas. Con este manual puedes hacerlo y demostrar que sí, eres capaz de resolver las pequeñas tragedias de la vida adulta. La próxima vez que alguien dude de tus habilidades, podrás responder con orgullo: “ya lo hice, gracias a MiManual”.